El libro de Manuel Castells, La Era de la Información, Economía, Sociedad y Cultura, describe la historia de las revoluciones tecnológicas que han motivado el desarrollo del conocimiento humano. Señala las características particulares de países industrializados y cómo su ventaja tecnológica les permitió ejercer control sobre otros países. El elemento común de las revoluciones tecnológicas es la capacidad de comunicación y la implementación de nuevas formas de producción. Cita a Hall y Preston en la página 58, “Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento e información a aparatos de generación de conocimiento y procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación entre la innovación y sus usos”.
Con la llegada de nuevas formas de comunicación más personas se unieron a los investigadores. A partir del 1971 con el invento del “chip” se podía procesar más información en espacios reducidos. Esto redujo costos y propició desarrollar un ordenador personal. Las empresas privadas como IBM, Macintosh y otras, desarrollaron los “software” para dichas PC. El uso de nuevas tecnologías de información evolucionó de cables de transmisión análoga a fibras ópticas digitales y más recientemente, a la comunicación inalámbrica. Esto lo visualicé cuando comencé a trabajar en el 1985, con los cambios tecnológicos que afectaban la Biblioteca General. Se cambió de un programa casero de archivo a un sistema en línea, Horizon, y fuimos de los primeros en ser provisto con conexión de fibra óptica.
Castells define el “paradigma tecno-económico”, como “un grupo de innovaciones técnicas, organizativas y gerenciales interrelacionadas, cuyas ventajas se van a encontrar no sólo en una nueva gama de productos y sistemas, sino en su mayoría en la dinámica de la estructura del coste relativo de todos los posibles insumos (inputs) para la producción”. La economía se afectó al buscar producir y adquirir aparatos tecnológicos. Las universidades y organizaciones relacionadas con la informática brindaron seminarios y charlas sobre adelantos tecnológicos. Coincido que estos cambios tecnológicos e informativos cambiaron la manera de producción y servicio. Las redes sociales afectaron la forma de relacionarse tanto personal como profesional. Como Bibliotecario Auxiliar he tenido que recibir adiestramientos y clases formales para adaptarme a los cambios. El modelo de tecnología de información se transforma constantemente a medida que se inventan programas y equipos electrónicos.
Referencias
Castells, M. (1996). Economía, Sociedad y Cultura (Volumen 1). La Sociedad Red: La Era de la Información. Madrid: Alianza Editorial
Freeman, C. Prologo a la parte II, en Dosi et al, 1988b, Pág.10
Hall y Preston, 1988, Saxby; 1990; Dizard, 1982; Forester, 1985
Pérez, 1983; Dosi et al., Khun, 1962
lunes, 26 de abril de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
El Cartel: Comunicación Artística o Comercial
Este blog es originado como requisito para el curso CINF 6300 Permitirá describir las diferentes variantes del cartel y sus objetivos al momento de ser creado. Este interés surge cuando se estaba discutiendo el origen del papel, las características físicas y sus usos. Pude aportar a la clase CINF 6507-”Administración de Preservación de Documentos”, llevando una representación de los tipos de carteles y “offset” que poseo de mi pequeña colección comenzada hace más de 20 años. Me surgió una curiosidad al momento de escoger los carteles por su tipo de soporte, y calidad artística, en especial, los carteles fabricados en Puerto Rico. Busque información que me atrajo a este tema.
Según el diccionario Gran Espasa Ilustrado (2000) el cartel es “Escrito o pintura que se exhibe en sitio publico con fines informativos o publicitarios.” En Los Carteles, Su Historia y Lenguaje (edic. en español1976) de John. Barnicoat, “el cartel es un medio de comunicación visual que nos permite recibir un mensaje tan pronto lo veamos, tanto por la imagen como por las breves palabras escritas.” En su prologo, A.Rafols Casamada indica, “el texto escrito se reducirá a lo imprescindible, un nombre, una frase breve, una dirección; el resto de la información debe darlo la imagen”. Al momento de escoger los carteles tuve que discriminar entre las diferentes texturas y técnicas de dichos carteles. Se puede mencionar, según el libro; pintura, dibujo “collage”, fotográficas, fotomontaje, y cualquier otra imagen que nos dé un mensaje.”
Además, he tenido la oportunidad de conocer artistas famosos de las artes plásticas de Puerto Rico, quienes han creado carteles como parte de su gestión artística, algunos con los cuales establecí amistad o compartí conversaciones en diferentes momentos en que nos encontramos en la Universidad o en exposiciones de galerías en varios puntos de P.R.
Comenzaré por redescubrir al artista Carlos Raquel Rivera, con quien hice amistad en los 80, fue uno de los mejores grabadista de P.R. de la generación de los años 50. Intereso mencionar la obra de otros grandes artistas a quienes también conocí y son además representantes de la plástica puertorriqueña: Antonio Maldonado Lorenzo Homar, Rafael Tufiño, Myrna Báez, Antonio Martorell, y otros más recientes, como Carmelo Sobrino, Luis Maisonet Ramos, etc. que han participado o de la colección de cárteles de la DIVEDCO o de la Colección de Carteles del Baquinoquio. Estas dos colecciones entre otras han sido recogidas por mi compañero y amigo Omar Orrusti, con el cual sostendré una entrevista para que nos narre el origen y otros aspectos de dichas colecciones en su poder. Realizaré entrevistas a otros artistas y coleccionistas, así como consultaré fuentes primarias de libros, comenzando con el ya citado de John Barnicoat (1976), y El Cartel en P.R. (2002) de Teresa Tió. También incluiré artículos recuperados en la internet, como aquellos que están en Blogs dedicados a los carteles, ejemplo: DVV International y su enlace http://www.iiz-dvv.de/index.php?article_id=888&clang=3
Invito a participar a aquellos que quieran aportar con sus ideas o comentarios en este blog “El Cartel en Puerto Rico: ¿Comunicación Artística o Comercial?” y con aquellos artículos relacionados al tema para desarrollar la discusión y reconocimiento de los artistas plásticos puertorriqueños y los extranjeros que aportan en Puerto Rico.
Según el diccionario Gran Espasa Ilustrado (2000) el cartel es “Escrito o pintura que se exhibe en sitio publico con fines informativos o publicitarios.” En Los Carteles, Su Historia y Lenguaje (edic. en español1976) de John. Barnicoat, “el cartel es un medio de comunicación visual que nos permite recibir un mensaje tan pronto lo veamos, tanto por la imagen como por las breves palabras escritas.” En su prologo, A.Rafols Casamada indica, “el texto escrito se reducirá a lo imprescindible, un nombre, una frase breve, una dirección; el resto de la información debe darlo la imagen”. Al momento de escoger los carteles tuve que discriminar entre las diferentes texturas y técnicas de dichos carteles. Se puede mencionar, según el libro; pintura, dibujo “collage”, fotográficas, fotomontaje, y cualquier otra imagen que nos dé un mensaje.”
Además, he tenido la oportunidad de conocer artistas famosos de las artes plásticas de Puerto Rico, quienes han creado carteles como parte de su gestión artística, algunos con los cuales establecí amistad o compartí conversaciones en diferentes momentos en que nos encontramos en la Universidad o en exposiciones de galerías en varios puntos de P.R.
Comenzaré por redescubrir al artista Carlos Raquel Rivera, con quien hice amistad en los 80, fue uno de los mejores grabadista de P.R. de la generación de los años 50. Intereso mencionar la obra de otros grandes artistas a quienes también conocí y son además representantes de la plástica puertorriqueña: Antonio Maldonado Lorenzo Homar, Rafael Tufiño, Myrna Báez, Antonio Martorell, y otros más recientes, como Carmelo Sobrino, Luis Maisonet Ramos, etc. que han participado o de la colección de cárteles de la DIVEDCO o de la Colección de Carteles del Baquinoquio. Estas dos colecciones entre otras han sido recogidas por mi compañero y amigo Omar Orrusti, con el cual sostendré una entrevista para que nos narre el origen y otros aspectos de dichas colecciones en su poder. Realizaré entrevistas a otros artistas y coleccionistas, así como consultaré fuentes primarias de libros, comenzando con el ya citado de John Barnicoat (1976), y El Cartel en P.R. (2002) de Teresa Tió. También incluiré artículos recuperados en la internet, como aquellos que están en Blogs dedicados a los carteles, ejemplo: DVV International y su enlace http://www.iiz-dvv.de/index.php?article_id=888&clang=3
Invito a participar a aquellos que quieran aportar con sus ideas o comentarios en este blog “El Cartel en Puerto Rico: ¿Comunicación Artística o Comercial?” y con aquellos artículos relacionados al tema para desarrollar la discusión y reconocimiento de los artistas plásticos puertorriqueños y los extranjeros que aportan en Puerto Rico.
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